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Los
Fundamentalistas Por Mario Luis ALTUZAR
SUÁREZ Para imponer sus intereses
terrenales, la inmoralidad de los hombres manosea el nombre de Dios. Un
juego altamente peligroso por su tinte fundamentalistas con sus cuotas de
sangre en el mundo y que asomó en la retórica perredista de la sesión del 3 de octubre en la Cámara
de Diputados, en la comparecencia del Secretario de
Gobernación. El diputado federal oaxaqueño
Othón Cuevas invocó el nombre de Dios para pedir
al funcionario federal que no se reprima a sus paisanos de la Asamblea
Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), que transformaron una exigencia
salarial magisterial en un movimiento para defenestrar al gobernador y
apoderarse y gobernar de facto a la capital del
estado. La respuesta del señor Carlos
Abascal Carranza fue en el mismo sentido: “En nombre de Dios no haremos
absolutamente ninguna represión”, lo que se antoja un execrable juego de
palabras ya que deja abierta la posibilidad de ejercer el uso de la fuerza
en el nombre del Estado Mexicano, garante del orden y la ley que rige a
los hombres, aquí en la tierra. Mezclar las cosas de la fe con
las de gobierno, es un indicativo en la retórica perredista de su disposición al martirologio de sus
seguidores antes que ceder un ápice en sus ambiciones políticas de
imponer, al margen de las urnas, al que consideran su “presidente
Legítimo” en la silla presidencial. Oaxaca, entonces, está secuestrada por
intereses partidistas y de grupo. Es coincidente la invocación
divina del legislador perredista con las
declaraciones del tabasqueño Andrés Manuel López Obrador, quien se queja
de sufrir un cerco informativo en una entrevista de W Radio y justifica su
autoproclamación en el supuesto de que “las
instituciones no están obedeciendo el mandato
constitucional”. Uno de los primeros Decretos
del supuesto gobierno paralelo constituido el 16 de septiembre con el voto
a mano alzada, según las cifras perredistas, de
un millón 200 mil personas, que representarían el 1.6% del padrón
electoral y el 1.1 de la población total, equivalentes a los miembros de
la APPO que administran y gobiernan a Oaxaca. Se impusieron cuotas de peje en
cada calle, tributo a los empresarios y comerciantes, el control con
barricadas de las calles han causado cuando menos un muerto civil, y la
imposibilidad de que la policía local y federal patrulle la zona,
emergieron grupos guerrilleros que atacaron con bombas y petardos oficinas
bancarias. El conflicto se exportaría al
Distrito Federal si se considera que el señor López anunció que en esta
entidad asentará la oficina de su presidencia alterna, seguramente con el
apoyo de los narcomenudistas que, según el subcomandante Marcos, protegió principalmente en Iztapalapa que limita con Netzahualcoytl y que se considera una extensión de
Oaxaca. Ante los empresarios del
periodismo latinoamericano en su 63 asamblea anual, el señor Vicente Fox advirtió que “Mientras existe la posibilidad de
que haya un acuerdo, vamos a insistir en ello, en que se dé este acuerdo y
se resuelvan las cosas de esta manera; de no ser así, siempre la
trasgresión de la ley debe ser impedida y debe ser
castigada”. Respondió a los representantes
oaxaqueños del sector privado que pidieron: “Si tiene que intervenir la
fuerza pública de manera preventiva, sin reprimir y como observadores de
los derechos humanos para que podamos retomar nuestras actividades y
nuestras vidas, entonces que el Ejército sea firme y cumpla con su
obligación de garantizar el orden”. Las señales de que el diálogo
es unilateral, la dio el 30 de septiembre el perredista Carlos Navarrete, al decir que “a partir de
la renuncia del gobernador Ulises Ruiz empezará el diálogo”, en donde las
peticiones de la APPO serían relegadas para priorizar las partidistas
ambiciones de asumir la Presidencia el 1 de diciembre de
2006. Así, para garantizar la
fidelidad de sus correligionarios y seguidores, los neo fundamentalistas
manosean el nombre de Dios soslayando que al invocar al fanatismo
dogmático mantiene en guerra al mundo entre hombres que se escudan en
interpretaciones divinas para enviar a la muerte a sus seguidores para
obtener el poder universal en la tierra. Y pese a la inclinación del
Cardenal Norberto Rivera Carrera y las reformas salinistas a la Constitución por los hombres del
primer círculo del señor López, permanece la frase de Jesús: “A César lo
que es de César y a Dios lo que es de Dios”. Es decir, que la ley terrena
se debe respetar, ya que Dios es ajeno a la inmoralidad producto del libre
albedrío del hombre. À | ||
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