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¿Y el día
después? Por Mario Luis ALTUZAR
SUÁREZ Surge la interrogante: ¿Y el
día después? Hay razón: El ambiente prebélico oaxaqueño augura la tardía
solución de fuerza por los reprobados aprendices de la política, que por
su ambición y omisión en preservar la ley, se inicia el recuento de los
muertos. Se redujo la esperanza del periodo democrático al oscurantismo
incierto de la violencia social. Los hechos hasta la madrugada
del 28 de septiembre, relatados por los medios de comunicación, mostraban
a la capital oaxaqueña en control absoluto de la Asamblea Popular de los
Pueblos de Oaxaca (APPO) con preparativos de 2 mil barricadas y bombas
molotov y el reforzamiento humano para repeler la incursión de la fuerza
pública. Atrapados en medio de dos
fuegos, los civiles acudieron a las compras de pánico ante dos anuncios
que fortalecieron el miedo a la intervención policíaca y militar: El paro
de 48 horas de los empresarios a partir de las 23 horas del miércoles y la
ratificación del magisterio local para continuar en el movimiento iniciado
el 22 de mayo y radicalizado el 4 de junio. Un escenario generado por los
aprendices de la política al considerase el principal indicio del origen:
La amiga del señor Vicente Fox, la chiapaneca
Elba Esther Gordillo Morales “apoyó” a la
Sección 22 de su sindicato magisterial en la reivindicación salarial y de
escalafón que se transformó en la exigencia de la renuncia del
Gobernador. La única explicación posible de
la radicalización magisterial es el compromiso de la dirigente magisterial
para impedir el triunfo del candidato presidencial del PRI, el tabasqueño
Roberto Madrazo lo que requería anular a su
principal operador es Ulises Ruiz quien asumió la gubernatura en 2004 con ascendencia política en la
región. En el ejercicio simple de
escritorio, ganarían: El señor Fox con un
referéndum a su buena gestión con el voto del México profundo al candidato
de su partido, el PAN, con el ingrediente de pintar de azul la gubernatura, posiblemente con el diputado local
Guillermo Zavaleta y el dulcecito a los
electores, quitarle a un ensoberbecido que se peleó con
todos. Algo falló. Las bases
magisteriales se aliaron a organizaciones resentidas por la cancelación de
400 millones de pesos del presupuesto oficial, en previsión a una posible
traición de su dirigente nacional, y que se habría dado al informar el 23
de septiembre Enrique Rueda Pacheco el retorno a clases en concordancia
con la posición foxista de darle solución al
problema en breve. Constituidos en la Asamblea
Popular de los Pueblos de Oaxaca, después del intento fallido del Ulises
Ruiz para desalojar a los maestros el 4 de junio de 2006, y por la
organización que semeja un gobierno en una zona liberada, es creíble la
versión de que células del Comando Popular Revolucionario infiltraron, por
decir lo menos, el movimiento. Se recuerda que el 19 de
septiembre, el grupo guerrillero anunció la suspensión de su tregua
unilateral en sus operaciones en Oaxaca, Guerrero y Estado de México y su
coordinación con los jaramillistas de Morelos.
¡Al municipio mexiquense de Netzahualcóyotl y su
vecina, la Delegación Iztapalapa, se les
considera como una extensión oaxaqueña! La guerrilla, empero, no es de
generación espontánea en un estado que mostró su rebeldía en 1855, aunque
era diferente por la manipulación del clero político contrario a las Leyes
de Reforma y que en la época moderna, más de la mitad de los 3 millones
200 mil habitantes están en la extrema pobreza, según datos de organismos
internacionales. Para fijar la fecha en la
profundización de las condiciones infrahumanas, sirve el dato del
analfabetismo en personas mayores de 15 años, que es del 21.5 por ciento,
es decir, que fue la gestión de 1986 a 1992 del indio salinista Heladio Ramírez
López con una flamante residencia en el Pedregal de San Ángel y
propiedades en zonas residenciales. Si se observa que 12.7 por
ciento no disponen de energía eléctrica y 34.5 por ciento no tienen acceso
a agua potable por cañería, se infiere que de 1992 a 1998 se dedicó a
cuidar la heredad paterna caciquil el gobernador de Oaxaca, Diódoro Carrasco Altamirano. No es casual entonces que el
coordinador de la fracción parlamentaria del PRI en la Cámara de
Diputados, Emilio Gamboa Patrón que conoce muy bien al indio Heladio y el panista cercano
al presidente Electo, Carrasco Altamirano, exploren la renuncia de Ulises
Ruiz como supuesta solución al conflicto y que solo serviría para
sacudirse a Roberto Madrazo. Insisten, entonces, en creer
que juegan bien a la política cuando el problema se complicó y la única
opción del señor Vicente Fox es el tardío uso de
la fuerza, al fin que ya manchó sus manos con sangre minera y atenquense. Por eso surge la interrogante: ¿Y el día
después? À | ||
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