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Insensibles Por Mario Luis ALTUZAR
SUÁREZ La dependencia nacional de los
Estados Unidos se consolidó con el foxismo. Un país en donde contrastan el
México reducido de la oligarquía con el México empobrecido de la mayoría.
Representa un caldo de cultivo a la inconformidad que sin causes legales
para manifestarse, amenaza con precipitarse a la violencia
social. Debe observarse la historia.
Todo proceso revolucionario responde a la insensibilidad de la clase
económica en el poder. Aunque es lento en su desarrollo. Los primeros
síntomas se presentan en aparentes crisis económicas que por medio de
impuestos e inflación, saquea a las clases desprotegidas y que solamente
cuentan con su fuerza de trabajo como capital. A la angustia de sobrevivir y
la ausencia de fuentes laborales, la mujer emerge como proveedor de la
familia, aunque los exiguos recursos presionan el aumento del alcoholismo
y la prostitución con el efecto colateral de la desintegración familiar y
por ende, de la delincuencia desorganizada agudizada por el control de
grupos policíacos. El siguiente paso es la
organización de los delincuentes en su intento de sacudirse la extorsión
policíaca y aumentar sus ingresos. Paralelamente, las organizaciones
políticas y sociales empiezan a resentir el acotamiento de sus actividades
y al converger con las necesidades delincuenciales, empieza el lento
proceso de la ideologización. De aquí a la organización
doctrinaria y operativa de los grupos marginales, representa un
aceleramiento a la conformación de un movimiento revolucionario que,
podría decirse, encuentra las justificaciones en las contradicciones
económicas del sistema gobernante, para encontrar apoyo en las bases
sociales y buscar el cambio por la fuerza de las
armas. Con estos elementos, se observa
que el 1 de diciembre de 1970 finiquitó el Desarrollo Estabilizador con
índices de crecimiento anual del 7 por ciento que permitían un aceptable
poder adquisitivo de los ingresos en la planta productiva nacional, que si
bien tenía deficiencias técnicas y comerciales, captaba una importante
fuerza de trabajo. Entre 1970 y 1982, en que se
postuló la apertura política para abrir causes legales a la oposición y
frenar los balbuceos guerrilleros (con la represión), se dio la primera
concertacesión en Nuevo Laredo, Tamaulipas, se
desaprovechó la bonanza petrolera en beneficio del país y a favor de una
minoría, se agudizaron las contradicciones
económicas. La razón podría encontrarse en
la obediencia al proyecto de los Chicago Boys
que planteaban la continentalización de las
líneas fabriles, el abandono del patrón oro mundial por el dólar
disfrazado con la crisis petrolera que benefició a las 7 Hermanas y el
endurecimiento imperial con el Golpe de Estado el 11 de septiembre de 1973
en Chile. Usando a los dos gemelos
imperiales, Banco Mundial y Fondo Monetario Internacional, la
recolonización de América Latina fue posible por el endeudamiento que
fomentó la corrupción gubernamental con horneadas de nuevos ricos y
créditos con intereses bajos a cargo de los recursos naturales y humanos
de la región. Cifras de organismos
internacionales indican que la deuda latinoamericana en 1982 era por 250
mil millones de dólares y que en 1990 alcanzó los 450 mil millones de
dólares mientras que se pagaron intereses hasta por 5 veces esa cantidad.
Se le llama eufemísticamente: La Década Perdida, resumida en las arcas
vacías que dejó el presidente José López
Portillo. Un escenario necesario para el
arribo de tecnócratas adoctrinado en las universidades de los Estados
Unidos para imponer la supuesta generosidad de las inversiones extranjeras
y desmantelar las plantas productivas nacionales, aumentar impuestos a los
contribuyentes locales para sostener los gobiernos y exentar a los grandes
capitales. Con Miguel de la Madrid se
inició el proceso dependiente. Se profundizó con Carlos Salinas y empezó a
consolidarse con Ernesto Zedillo. Visto de otra
forma: De la reconversión industrial se pasó a la privatización de
empresas estatales para llegar a la extranjerización de la planta productiva,
principalmente en el sistema bancario. Al conmemorar el 15 de
septiembre el 196 Aniversario del Movimiento de Independencia, a grandes
rasgos se observa que la espina dorsal del país, el sistema bancario, está
en poder extranjero, que en el foxismo se
perdieron dos y medio millones de empleos y el poder adquisitivo se
desplomó en 80 por ciento con el éxodo de 5 millones de
mexicanos. De 24 millones de mexicanos en
extrema pobreza se llegó a 49 millones, según las cifras oficiales en
contraste con las 370 familias que concentran el 75 por ciento de las
cuentas bancarias sin posibilidad de saber a cuanto ascienden sus
depósitos en el extranjero. Políticamente, los partidos
políticos crearon la industria electoral con la pugna por los millonarios
presupuestos oficiales que les precipitó en la pérdida doctrinaria y por
ende, representativa de los electores, bajo el sofisma del voto útil,
dejándolos en la indefensión frente a los aventureros del poder tan
alejados de los objetivos del país. Socialmente, el procurador
General de la República, Daniel Cabeza de Vaca acepta que México pasó de
ser un trampolín del narcotráfico nacional e internacional a ser
consumidor con el baño de sangre entre sindicatos criminales. El
presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Azuela Huitrón, reconoce la perversión de la
justicia. Pese a que se aplicó, lo mismo
por perredistas que por panistas, la política de inhibición de la denuncia de
robos, secuestros, entre otros, la industria criminal se piensa que creció
en más del 25 por ciento. Hechos altamente preocupantes y
que representan el caldo de cultivo para la violencia social. Hay
indicios. En días pasados anunció el fin de la tregua unilateral el
Comando Popular Revolucionario y el Comando Jaramillista Morelense 23 de mayo que operan en
Guerrero, Morelos, Oaxaca y Puebla. Y se recuerda que el Movimiento
de Independencia de 1810 se incubó desde 1795 mientras que la Revolución
Mexicana de 1910 prácticamente inició desde 1872 con la muerte del
Benemérito de las Américas, Benito Juárez. Aunque hay registros de
inconformidades en todo el siglo pasado, son los de 1973 los que muestran
mayor organización en Guerrero. Sin embargo, la insensibilidad
política del panismo y el perredismo, parece ser producto de la amnesia
histórica. À | ||
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