La Herencia

Por Mario Luis ALTUZAR SUÁREZ

Ya se va. La despedida formal será el viernes. Con su Sexto y último informe en una Cámara de Diputados fortificada. Tal vez con la tranquilidad jurídica de que ya se haya proclamado al Presidente electo. La expectativa, empero, está centrada en la fracción parlamentaria del PRD y asociados.  Y afuera, el olor al miedo por la ingobernabilidad.

Él, que siendo diputado federal se puso orejas de burro como crítica al entonces presidente Carlos Salinas, es el mismo hombre que fungió de secretario agropecuario en el gabinete alterno del panista sinaloense Manuel J. Clouthier cuando se sintió despojado del triunfo electoral en 88 que según los indicios, habría favorecido al FDN de Cuauhtémoc Cárdenas.

Podría decirse que todo tiempo pasado fue mejor. Cuando el señor Fox era contestatario el país crecía económicamente y ahora se intentan ajustar las cifras para ocultar la recesión; se intentaba reformar la legislación para privatizar el sector energético y ahora se hizo clandestinamente; el gobierno paralelo fracasó y hoy se fortalece por omisión general.

Hay coincidencias: El hermano incómodo con la consorte. Ambos se excedieron con la diferencia de que al primero se cuidó de dejar huellas. Y preservar el poder con el fantasma de la violencia: En 1994 con los neozapatistas chiapanecos con el presente y el desconocimiento de las instituciones y de la ley por el impugnador electoral.

Existen diferencias profundas. Ernesto Zedillo se asentó al encausar al hermano incómodo y se duda que Felipe Calderón actúe contra la consorte. Sin un golpe espectacular aunado a la carencia de operadores que conozcan las instituciones, lejos de exorcizar los demonios de la violencia los vitaliza y el país peligra. Pero, él ya se va. ¿Le importa dejar esta herencia?

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