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Visiones Por Mario Luis ALTUZAR
SUAREZ TAXCO DE ALARCON, Grro.- En la
guerra y el amor todo se vale, reza el refrán popular. Así, Píndaro Uriostegui Moreno,
candidato a diputado panista apeló a los
antecedentes paternos para solicitar el “voto útil” de los taxqueños. Curiosamente, el papá fue un destacado
político priísta que jamás dejó su militancia pese al obstáculo de ser
gobernador. Nos hizo recordar la moda
“modernista” impuesta por la confusión ideológica diseñada por el Imperio
para debilitar el concepto de Nación-Estado de los países tercermundistas,
que se transformó en el dogma de los conservadores con la esperanza de que
el PRI desaparezca definitivamente del escenario
nacional. Asistimos para presentar nuestra
novela política esotérica “Adam Kardmon, la conspiración del fin del mundo” a la
reunión sostenida entre el candidato panista y
el Grupo Taxco del sábado pasado, presidido por Juan García Nava e integrado con ex presidentes municipales,
literatos, historiadores y profesionistas, altamente preocupados por el
destino del país. Concluida la presentación del
político y al tomar la palabra para exponer sobre nuestra obra literaria,
fue imposible resistirnos y recordamos la sentencia apocalíptica de que
los hijos se enfrentarán a los padres y los hermanos contra hermanos. Un
símbolo que se cumple fielmente en nuestros
tiempos. Mencionamos el caso madrugador
de George Castañeda Gutman, destapado como candidato presidencial por la
Casa Blanca en el 2002, y que beneficiario de un priísta renegó de la
herencia paterna que mostró respeto a la política exterior mexicana al
grado que fue un artífice de la pacificación Centroamericana y del Grupo
Contadora. Otros casos destacados son los
hijos del ideólogo priísta, el desparecido veracruzano Jesús Reyes Heroles, que dirigió al PRI, fue secretario de
Educación y de Gobernación, postuló el Pacto Social de la Revolución
Mexicana con los contribuyentes, el estado laico y la educación gratuita,
y que hoy, sus herederos, olvidaron y se acercan al
PAN. Por lo tanto, el que Uriostegui Moreno acompañado de su mamá en la reunión
con el Grupo Taxco, es un seguidor de las “modas” y se define como un
panista consumado cuando su desaparecido padre
fue el defensor en la Cámara de Diputados en funciones de Colegio
Electoral del triunfo de Carlos Salinas de Gortari como Presidente de la
República. En los 3 casos, los hijos
gozaron de una desahogada posición económica con buena educación escolar y
alimentación sin descontar los viajes de vacaciones al extranjero y los
lujos de juventud, proveídos por sus padres priístas, hombres que pese a
encontrar obstáculos para gobernar sus estados, siguieron fieles a su
partido. La referencia bíblica de
“hermanos contra hermanos” puede observarse en los priístas que siguiendo
los lineamientos de sus mecenas y protectores, huyen hacia el PAN o al
PRD, sobresaliendo la guerra declarada de la chiapaneca Elba Esther Gordillo Morales contra el candidato
presidencial priísta, Roberto Madrazo
Pintado. Es difícil soslayar al poblano
Manuel Bartlett Díaz que, desde su filiación
priísta convocó al voto útil a favor del perredista Andrés Manuel López Obrador, bajo el
argumento de que Carlos Salinas le quitó el apoyo al priísta Madrazo y se lo dio al cuestionado ex Jefe de Gobierno
del Distrito Federal. Oculta su resentimiento
personal. No puede olvidarse que Carlos
Alberto Madrazo Becerra “expulsó” de Tabasco a
Manuel Bartlett padre y por ello, el actual
senador nació en los límites de Puebla. Sería normal, entonces, que su
esbirro al frente de la CROC, Isaías González Cuevas, anunciara el voto
corporativo a favor del perredista. Más, si los hijos se enfrentan a
los padres y hermanos lucharán contra hermanos, las visiones de San Juan
auguran su fracaso y que vendrá un tiempo de prosperidad. Por lo menos, en
el Grupo Taxco se cumplió la profecía y se negaron al canto de las
sirenas. À | ||
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