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Manos
¿limpias? Por Mario Luis ALTUZAR
SUAREZ Los legisladores federales
panistas intentaron deslindar a su candidato presidencial, Felipe
Calderón, del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (FOBAPROA) creado en
1990 y de su hijo bastardo el Instituto para la
Protección al Ahorro Bancario (IPAB) en 1999, acciones que devastaron la
economía nacional e hipotecaron el futuro del
país. Técnicamente, tendría razón el
diputado federal panista Juan José Molinar Horcasitas, al descartar que la imagen del spot perredista se trate de Calderón y agregó que el
candidato presidencial blanquiazul no aprobó la creación de ese fondo, en
1990, bajo el gobierno del entonces presidente Carlos Salinas de
Gortari. Es cierto que en ese año no era
diputado federal el señor Calderón cuando se anuncio la privatización de
la banca nacionalizada en 1982 por el presidente José López Portillo y que
el hijo predilecto de Harvard, el señor Salinas
previa posible insolvencia bancaria por el incumplimiento de los deudores,
por lo que creó un fondo que asumiría esas
carteras. Sin embargo, asumió la
diputación federal panista en 1991, en el
momento mismo que se ejecutó la privatización de 18 bancos que
representaron ingresos federales por 37 mil 800 millones de pesos y se
enfrentó un panorama de especulación bursátil y bancaria, lo que obligó a
ejecutar las acciones previstas por el Fobaproa,
en donde ya era legislador. Tiempo de gloria para el panismo en donde el coordinador de la bancada
blanquiazul, Diego Fernández de Cevallos se jactaba de que el PRI
gobernaba con la plataforma económica del PAN. Tiempo de cercanía con el
señor Salinas de Gortari y que el hoy candidato presidencial panista, fungía como diputado
federal. Faltaba poco para su gestión
legislativa, cuando asumió la Secretaría General del PAN en 1993, bajo la
presidencia de Carlos Castillo Peraza, y es difícil pensar que por la
estructura partidista, los legisladores blanquiazules pudiesen ignorar los
lineamientos partidistas para aprobar las reformas constitucionales que
permitieron arribar al poder al señor Fox. Por si fuese poco, después de su
fracaso electoral en 1995 en Michoacán, el señor Felipe Calderón Hinojosa
asume la presidencia de su partido, el PAN, en 1996, un año crucial en
donde el poder legislativo asumía con docilidad su marginación de los
pagos a la banca ordenados por el Jefe del Ejecutivo, Ernesto Zedillo Ponce de León. Es imposible olvidar que en
enero de 1997, el ex alto empleado del Fondo Monetario Internacional en
funciones de Secretario de Hacienda, Guillermo Ortiz Martínez, se jactara
de haber encontrado mecanismos financieros para cumplirle a la banca
privatizada a espaldas del pueblo mexicano, con el beneplácito panista. Un elemento que explica la razón
de que zedillistas disfrazados de priístas
emigren al manto protector panista para
participar activamente en la campaña del señor Calderón Hinojosa, que
aprobó como legislador la ejecución del Fobaproa
para rescatar a los banqueros y presidió su partido cuando se ordenó
borrar las huellas de la infamia. El 19 de enero de 1999 se creó
el IPAB, cuyo objetivo principal es el establecer un sistema de protección
al ahorrador bancario que beneficie a las personas que realicen cualquiera
de las operaciones garantizadas, estableciendo límites a dichas garantías,
así como regular los apoyos financieros que se otorguen a las
instituciones de banca múltiple. Con estos elementos, es difícil
pensar que el candidato presidencial panista
tenga las manos limpias en la devastación económica nacional a favor de la
integración, por decirlo suavemente, de México al nuevo imperio que se
disfraza de globalización desde 1990. Máxime que de nueva cuenta
reaparece en el 2000 como importante protagonista al ser coordinador de la
fracción parlamentaria panista, que impidió se
reabriese la investigación del mayor saqueo de la nación, en donde destaca
el señor Vicente Fox y familia con cartera
vencida dentro de los 100 mil millones de dólares que representa la deuda
del IPAB. Tiempo del uso y abuso del
poder, en donde la bancada panista aplaudió que
el condiscípulo del ex gerente de una embotelladora transnacional, Roberto
Hernández, vendiera el mayor banco de México a una firma transnacional con
la ¡exención de impuestos!, mientras presionó que se aplicara el IVA a
medicinas y alimentos. Aunque desde la óptica del
senador blanquiazul, Gerardo Buganza, afirmó el
24 de mayo en la Comisión Permanente: "Calderón nunca aprobó el Fobaproa; fuimos los legisladores del PAN y el PRI
quienes hicimos el rescate financiero para dar oportunidad de trabajo y
una nueva alternativa de desarrollo a millones de
mexicanos". Una alternativa con 2 y medio
millones de empleos perdidos y la expulsión de 5 millones de mexicanos que
desafían a la muerte y la xenofobia estadounidense para sumarse a 7
millones que ya estaban en Estados Unidos y se convirtieron en el sostén
de la economía nacional con 20 mil millones de dólares anuales. ¿Será el
empleo que ofrece Calderón? À | ||
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