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Experimento Por Mario Luis ALTUZAR
SUAREZ TEXCOCO, Edo. Mex.- Emergió aquí el
particular estilo de gobernar perredista. La
frase de campaña presidencial de “primero los pobres” cobra su dimensión
represiva. El desalojo de 8 floricultores en el mercado Belisario
Domínguez “para adecentar el comercio”, la resistencia violenta dejó un
muerto, 8 heridos graves y más de 100 detenidos. A los dos mineros asesinados y
50 heridos el 20 de abril pasado, en el intento de desalojo de los
huelguistas en la Siderúrgica Lázaro Cárdenas, por la policía de Michoacán
gobernado por el perredista Lázaro Cárdenas
Batel, se sumó el 3 de mayo, la muerte de Javier Cortés Santiago de 14
años, en un enfrentamiento de comerciantes con la policía municipal de
Texcoco, presidido por el fotógrafo perredista Nazario Gutiérrez
Martínez. Curiosamente, la represión
coincide con los momentos en que las encuestas sobre las campañas
presidenciales muestran una caída libre del candidato perredista, Andrés Manuel López Obrador con el anuncio
del jefe de gobierno distritofederalense,
Alejandro Encinas, de impulsar la publicidad de las obras de gobierno que
apoyarían a su correligionario. Parecería que se cumple la
máxima del desaparecido veracruzano Jesús Reyes Heroles, de que en política no existen las
coincidencias y de que la forma es fondo, si se analizan los antecedentes
de la violencia que intentó involucrar al gobernador priísta del Estado de
México, Enrique Peña Nieto, en actos de represión que son responsabilidad
municipal. Recordemos que Nazario Gutiérrez
Martínez, antes de ser electo por el Congreso mexiquense como interino de
Higinio Martínez Miranda el 3 de enero pasado, fue director de Regulación
Comercial, director de Servicios Públicos, director de Transporte y
Vialidad y secretario del ayuntamiento. Y se le atribuye el cambio de
imagen de Texcoco. Un cambio que según los
antecedentes documentados, se sustentaría en el particular estilo de
administrar del PRD. Se denunció que a las 5 horas del 10 de abril pasado,
los campesinos de rábano, lechuga, flores, nopales, entre otros productos,
fueron recibidos en el mercado Belisario Domínguez por 100 policías
municipales y 20 funcionarios del ayuntamiento. Se retiraron porque habían sido
golpeados y robados en 3 ocasiones anteriores. Al día siguiente, cuando ya
estaban trabajando, llegó la policía y desenfundaron y cortaron cartucho,
golpearon a mujeres y ancianos. La solidaridad de los consumidores logra
retirar a la fuerza pública que amenaza de muerte y con cárcel a Patricia
Romero, Antonio Valencia, Agustín Peralta y otros
campesinos. Para el jueves 20 de abril, el
operativo incluye a 1000 policías granaderos provenientes de diferentes
lugares del estado, con 150 elementos de la policía municipal y 50
funcionarios. Toman por asalto el Mercado Belisario Domínguez, apoyados
por algunos locatarios y de los perredistas; el
presidente municipal entrante Constanzo de la
Vega, el diputado local entrante Francisco Vázquez y Nazario Gutiérrez
quienes impiden nuevamente que mujeres y ancianos vendan sus
productos. Es decir, que desde que asume la
presidencia municipal, el perredista Nazario
Gutiérrez Martínez incuba la violencia con actitudes prepotentes, que
estalla el 3 de mayo al desalojar a las 5: 30 horas a 8 floricultores que
menos de 6 horas después, reciben el apoyo de los residentes de San
Salvador Atenco, que machete en mano, enfrentan
a la fuerza pública reforzada, por las policías estatal y la
federal. Los atenquenses que fueron recibidos con sus machetes por
el jefe de gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador,
hace 5 años, en su protesta contra el proyecto aeroportuario del foxismo, según las crónicas de la telecracia, se enfrentaron a la policía estatal, en un
esfuerzo mediático para responsabilizar al gobierno de Peña
Nieto. El hecho, entonces, parecería
ser un experimento de cómo se responderá al resultado de las elecciones
presidenciales del próximo 2 de julio. Cómo si se preparan escenarios
adversos al reconocimiento de un posible triunfo priísta que se intenta
descartar con el manejo de encuestas favorables al panista Felipe Calderón Hinojosa. Un juego altamente
riesgoso. À | ||
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