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Temores Por Mario Luis ALTUZAR
SUAREZ La ley no es negociable. Es
cierto. Como tampoco puede interpretarse su aplicación. Y los gobernantes
saben que la ley hace iguales a los desiguales para ejercitar la justicia.
Son los encargados de guardar y hacer guardar sus preceptos. Cuando sucede
lo contrario, se lastima el tejido social y la democracia para ir hacia el
cambio del autoritarismo. Principios doctrinarios que
parecerían olvidar el foxismo en los estertores
de su gestión y que le atemorizan a la satanización histórica. Empero, en
su soberbia insensibilidad, creen que el dogma de la mentira se convertirá
en verdad de tanto repetirla. Como si se vendiese ese refresco
transnacional en donde se formó y creció el señor de las botas de
charol. Molesto, el señor Vicente Fox apeló a la inegociabilidad de la ley y su secretario del Trabajo,
Francisco Javier Salazar Sáenz, convocó a sacudirse viejos liderazgos
sindicales, en una reunión cómoda y segura, lejos de los trabajadores en
el Zócalo, el 1 de mayo pasado y frente al cetemista Joaquín Gamboa Pascoe y el líder del Congreso del
Trabajo. El discurso pretendía justificar
la represión federal en coadyuvancia con el
gobierno perredista de Michoacán, que dejó dos
mineros muertos y 60 heridos el 20 de abril en Lázaro Cárdenas, y el
encarcelamiento de cuando menos un delegado sindical en Sonora, para
consolidar la deposición de su dirigente, el regiomontano Napoleón Gómez
Urrutia. Sin embargo, la Secretaría del
Trabajo tomó nota de la asamblea que reeligió a Gómez Urrutia que
desconoció después del colapso de la mina Pasta de Conchos en Coahuila con
65 muertos, por la acusación del líder sobre negligencia criminal del
gobierno y que colmó la escasa paciencia foxista
con el rechazo a la pretendida Reforma Estructural Laboral que aboliría el
derecho a huelga y protegería a los empresarios
transnacionales. Dicho en otra forma: La
dirigencia sindical minera fue reconocida por la autoridad. Y para
castigar la rebeldía del líder minero, se le desconoce y se impone un
dirigente, Elías Morales, usurpando funciones de la Procuraduría General
de la República en la atención tardía a su denuncia sobre el supuesto
desvío de un fondo por 55 millones de dólares y del Poder Judicial al
dictar sentencia de facto. En la óptica del candidato
presidencial priísta, Roberto Madrazo, es un
gobierno que se achica ante el crimen y se engrandece para imponerse a los
trabajadores. Habría razón: Napoleón Gómez Urrutia representa 280 mil
votos directos y millón 200 mil indirectos para el PRI en las próximas
elecciones presidenciales. Y eso preocupa al temeroso de ser satanizado por la historia y encausado penalmente si
el PRI regresa a la Presidencia. À | ||
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