Crueldad

Por Mario Luis ALTUZAR SUAREZ

Insensible y cruel es la economía de mercado. Muestra su desprecio a la vida de los mexicanos y la avaricia de incrementar las utilidades manchadas de sangre. Empresarios protegidos por el foxiato. Como en los mejores tiempos de la dictadura porfiriana en que la tiranía se intenta ocultar con la retórica vacía del inexistente desarrollo democrático.

En la profunda oquedad de sus miedos, asoma tímida la verdad en la publicidad goebeliana: “México será mejor mañana”. Después de la devastación del país, cualquier cosa que llegue será mejor aunque… 65 mineros coahuilenses ya no podrán observarlo. Son damnificados del cambio de la vida por la muerte y alcanzar la democracia en el cementerio.

Tampoco los dueños del Grupo México serán los mismos. Las utilidades ensangrentadas se protegieron con la impunidad garantizada por los empleados de las transnacionales que ignoraron corregir las 34 observaciones sobre seguridad minera y con el tardío decreto presidencial para declararlos muertos en aras de proteger la cotización en la Casa de Bolsa.

Una mina de las miles que existen y que son supervisadas por sólo dos empleados de la Secretaría del Trabajo a cargo desde mayo pasado, de Francisco Salazar Sáenz, relevo del confesional Carlos Abascal Carranza que desmanteló la dependencia federal, como ahora lo hace en la Secretaría de Gobernación para obedecer al FMI de tener un gobierno chiquito.

Un pálido reflejo de los 5 años y medio del desgobierno del señor Vicente Fox en donde reina la corrupción, la inseguridad bañada de sangre, la mordaza mortal a periodistas, el hambre que expulsa a los hombres del campo hacia la frontera norte en donde acecha la muerte xenofóbica, la desaparición del Estado de Derecho… un rosario interminable.

Sin embargo, la Ley Natural indica que al caos le sigue el orden siempre y cuando se evite la entronización del Segundo Falso Mesías del Cambio disfrazado de centro izquierda y que oculta su entraña doctrinaria del Despotismo Absoluto y que superaría el principio rector del foxiato adoptado de José Alfredo Jiménez: “En León, Guanajuato la vida no vale nada”.

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