Arcano |
Tiempo de
Canallas Por Mario Luis ALTUZAR
SUAREZ Emerge el tiempo de canallas en
los estertores del foxismo. Lo mismo se presiona a un legislador para
impedir que se dimensione la desviación del uso de poder a favor de una
familia, que se encarcelan a periodistas para ocultar la corrupción de un
gobernador o se atacan las instalaciones de un periódico para mostrar la
fuerza del narcotráfico. Se observa el hilo conductor: La
violencia. Un signo altamente preocupante en la víspera de las elecciones
presidenciales cuyas campañas mediáticas se sustenta en el método de las
encuestas manipulables que se antojaría pensar que sirven para crear el
espejismo de un supuesto triunfo que usurpe la voluntad de las urnas al
fomentar el abstencionismo. Ironías de la vida. El 27 de
noviembre de 1998 declaró el chiapaneco Pablo Salazar Mendiguchía titulada: “Chiapas: Tiempo de Canallas”,
cuando todos creíamos que era un político bueno y perseguido que ejercía
su derecho a renegar del PRI para cobijarse con el PAN y una coalición de
partidos pequeños que le postularon como candidato a
gobernador. A diferencia del señor Vicent Fox Quesada que
obtuvo su título como licenciado en administración de empresas siendo
presidente electo, Pablo Salazar Mendiguchía
prefirió “convencer” al director de una universidad poblana para que
aceptara públicamente que existían antecedentes de que estudió la carrera
sin mencionar si efectivamente terminó. La titulación tardía del ex
gerente de una embotelladora transnacional fue suficiente para impedir que
se supiera si cursó los semestres correspondientes, empero, el heredero de
humildes maestros ostentó el título correspondiente a una prima de este
articulista persiguió a la familia para ocultar la realidad y se desconoce
el origen del nuevo documento. El tema del mandatario
chiapaneco fue retomado dos semanas atrás por el periodista Ángel Mario
Ksheratto Flores y comentado por Miguel González
Alonso en el noticiero radiofónico de Jacobo Zabludovsky la semana pasada. Se desató la furia del
gobernante y el viernes pasado encarceló al primero y hay de orden de
aprehensión sobre el segundo. Bajo el argumento de “difamar” a
María del Pilar Fernández, del Comité de Construcción de Escuelas, Ksheratto Flores permanece sin juicio en El Amate que
heredó el espíritu del Palacio Negro de Lecumberri, en donde fueron recluidos el hijo del
propietario del diario Cuarto Poder así como funcionarios del gobernador
interino Roberto Albores Guillén. Amparado por la justicia
federal, González Alonso denunció el tiempo de canallas que sufre Chiapas,
el miércoles pasado en la Cámara de Diputados en San
Lázaro. Y ahí, horas antes, el priísta
mexiquense Emilio Chauyffet Chemor, coordinador de la fracción parlamentaria de su
partido, denunció que es víctima de presiones para impedir que el lunes 13
de febrero presente su iniciativa de reactivar la comisión legislativa que
investiga al poder real, Marta Sahagún Jiménez y
sus dos hijos, por supuesto tráfico de influencias y
corrupción. Es difícil pensar que se logre
amedrentar al diputado federal mexiquense que enfrentó a Elba Esther Gordillo Morales en sus balbuceos de
cacique del magisterio, que fue secretario de Gobierno y por su férrea
defensa de la soberanía del Congreso y el respeto a la división de poderes
ordenada por la Constitución, le merece el respeto como ideólogo del
PRI. Contrasta la situación de El
Mañana, periódico que superó la embestida de Manuel Cavazos Lerma pero que comandos tomaron por asalto sus
instalaciones y dejaron un periodista gravemente herido, días después de
que el rotativo fue sede de la cumbre de la Sociedad Interamericana de
Prensa para analizar el impune poder del narco y
su intento de imponer una mordaza de sangre a los
mexicanos. Parecería que se trata de una
demostración de fuerza del narcotráfico, al que se le atribuye el mayor
número de los 18 asesinatos de periodistas en el foxismo y cuya impunidad despide un tufillo de
connivencia del poder público que soslaya el que México ocupe el primer
lugar en América Latina con periodistas asesinados y el segundo a nivel
mundial, después de Irak que es víctima de una guerra de
ocupación. Elementos altamente preocupantes
para el futuro de las elecciones presidenciales de julio próximo, en donde
las empresas encuestadoras con menos de dos mil llamadas telefónicas crean
un escenario artificial del estado que guardan las campañas partidistas,
cómo si se intentara crear la realidad virtual que repita el experimento
zedillista de usurpar la voluntad de las urnas y
decretar con un solo voto al supuesto
triunfador. À | ||
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