Elección de Estado

Por Mario Luis ALTUZAR SUAREZ

Se muestra apurado. En red nacional el señor Vicente Fox hace votos de marginarse del proceso electoral presidencial y la urgencia le gana en su misma retórica: “por nuestra pasión por México” aunque sí, le faltó el concepto “valores” para repetir la frase completa de campaña del candidato panista Felipe Calderón Hinojosa. ¡Y dice que no se involucra!

Podría pensarse que abusa de la inteligencia de los mexicanos. Más, lo grave es que se traiciona asimismo al advertir que durante la campaña presidencial proseguirá inaugurando obras de su gobierno cuando se quejó de lo mismo cuando era candidato y se comprometió a un cambio. No le importa: “Qué cada quien lo interprete como quiera”, retó.

Lejos del folklorismo que ha caracterizado la primera presidencia en el mundo de una transnacional, el desafío del señor Fox en el canal de las estrellas el lunes por la mañana, es el riesgo de una “elección de Estado” en donde las urnas pasarían a segundo término y se repetiría la experiencia del zedillato en el 2000 al decretar con un solo voto al triunfador.

Usurpar la voluntad de las urnas pareció un ejercicio sencillo con la innovación de dar resultados con encuestas de salida, en donde se apreciaba con los márgenes, un empate técnico entre Francisco Labastida Ochoa y Vicente Fox, que se diluyó al desplazar la declaración televisiva del candidato priísta por la aparición de Ernesto Zedillo.

Hay cambios. La exoneración por delitos electorales del obispo de Ecatepec, Onésimo Cepeda con la incapacidad de la Secretaría de Gobernación para hacer cumplir la Ley a los ministros de culto, supuestamente por razones presupuestales, la inmovilización de la masonería por medio de la infiltración opusdeísta y el apoyo del Citi Banck a Calderón Hinojosa, parecería ser la tríada que sustente la ambición transexenal foxista.

Más, el riesgo es altamente peligroso. En palabras del próximo desposado perredista, Andrés Manuel López Obrador, “el pueblo no es tonto” y en la óptica del Amigo Mayor, Lino Korrodi, “la relación con el Ejecutivo está dañada”, mientras que el priísta Roberto Madrazo urgió “a no volverle a dar la espalda a la gente”. ¿Se entenderá a tiempo?

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