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Neoporfirismo Por Mario Luis ALTUZAR
SUAREZ En su campaña electoral el señor
Vicente Fox se declaró “maderista”. A cinco años de distancia se
identifica con los estertores del porfirismo que generó la Revolución de
1910 por sus aberraciones políticas concentradoras de la riqueza en una
minoría y la sobre explotación de los campesinos acasillados y sometidos al derecho de
pernada. “La bola” se nutrió de los
hombres del campo. Lo mismo en Morelos con Emiliano Zapata que fueron
afectados en sus comunidades agrarias, que en el norte con Francisco Villa
que pugnó por el derecho a la educación o en Coahuila en donde Venustiano
Carranza se vio afectado en sus propiedades con expropiaciones favorables
a constructores extranjeros. Un movimiento que se inició de
hecho el 19 de noviembre de 1910 al ser descubiertos en Puebla los
hermanos Serdán con armamento y que se
oficializó el 20 de noviembre para ajustarlo a la proclama de Francisco
Indalecio Madero en su Plan de San Luis Potosí que se inspiró en los
postulados de Ricardo Flores Magón, muerto en
una cárcel tejana. Se estima que un millón 800 mil
mexicanos dieron su sangre para sembrar la Ley Agraria promulgada en 1915
y que representó el 15% de la población total. Uno de los logros mayores
fue el ejido que se impulsó en la administración del General Lázaro
Cárdenas al mismo tiempo que la educación rural con un elevado número de
maestros asesinados. Elementos que fueron ignorados
en 1992 por el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari con el apoyo
de diputados liberales como Manuel Jiménez Guzmán, al reformar el artículo
27 constitucional bajo el pretexto de insertar en la modernidad al agro
mexicano y que en realidad preparó el beneficio a las transnacionales con
el TTLCAN. Sin importar el fracaso del
acuerdo trilateral reconocido incluso por el gabinetazo foxista, el sistema de los empleados de las
transnacionales buscan concluir la devastación tecnocrática con un Proyecto de Ley Agraria, para
desaparecer 30 mil ejidos y comunidades que favorece a las poderosas
empresas extranjeras y regresar a la “gloria” del profirismo. Tiempo en que las tiendas de
raya mantenían prácticamente esclavizados a los campesinos en donde los
“amos” de las tierras tenían el “derecho de pernada”, que ya practican
líderes sindicales como Ramón Salvador Gámez
Martínez, liberado por Ángel Pérez Camacho, secretario de acuerdos del
Juzgado 15 de lo penal. La denuncia y resistencia del brazo campesino del PRI, la CNC, se intenta matizar por la senadora Arely Madrid Tovilla, precandidata priísta a la gubernatura chiapaneca, bajo el falaz argumento de que toda ley es perfectible, que es cierto pero, para el gran capital sin importar el elevado riesgo de crear las condiciones de una revuelta social… como en el 10. À | ||
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