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Los Austeros

Por Mario Luis ALTUZAR SUÁREZ

Apegarse a las leyes. Frase del vocero presidencial, el ex guerrillero Rubén Aguilar, para rechazar la costumbre sexenal de entregar un bono a los burócratas con salarios de hambre que en la administración foxista, contrastó con la grosera opulencia del derroche en los cuadros medios y superiores de la federación.

Llegó al colmo de mencionar la supuesta “austeridad republicana” del gobierno federal, pensando tal vez que los contribuyentes son amnésicos o retrasados mentales para no recordar las toallas de cinco mil pesos en la residencia presidencial, la remodelación del nidito de amor de los recién casados o el dispendio en colchones y bebidas alcohólicas.

Y es difícil pensar que el dispendio en el gasto federal se “ajustó a las leyes” y mucho menos que el menaje y vestuario de la pareja presidencial y sus hijos, haya respetado los preceptos jurídicos que rigen a la nación. Y que decir de los fideicomisos sospechosos y ajenos a la supervisión fiscal, para la volatización de los recursos energéticos extras.

Sin embargo, el señor Vicente Fox se jacta del supuesto éxito al dejar lo que supone es un país en marcha cuando su secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, reconoce el crecimiento económico ligeramente superior al dos por ciento ¡en los 6 años de administración! Aunque a la cifra oficial la realidad muestra la galopante recesión.

La tinta destinada a la denuncia de los onerosos sueldazos de los secretarios de estado, subsecretarios, directores de área, hasta los percibidos por presidentes municipales panistas y el escándalo del gobernador de Querétaro, Francisco de Loyola, equiparable al del primer ministro de Inglaterra que es 4 veces menor al del Presidente, ¿es la austeridad republicana?

Sin embargo, se rechaza la justa exigencia del diputado priísta Joel Ayala Almeida, el dirigente de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado, de que cada uno de los burócratas reciban dos mil 500 pesos de bono sexenal, equivalente al 0.7 por ciento del salario mensual libres del señor Vicente Fox.

Una respuesta tajante a la respetuosa solicitud del líder de los burócratas y que podría interpretarse como el castigo político por haber impedido que se adueñara de la FSTSE la amiga presidencial, la chiapaneca Elba Esther Gordillo Morales. Máxime que Ayala Almeida mostró habilidad para mantener la cohesión de sus representados ante la ofensiva.

Visto de otra forma, se tendría que las peticiones pacíficas y dentro del marco de la ley, son propicias de ser pisoteadas por la agonizante administración foxista, que responde únicamente a demostraciones de fuerza, sin importar el marco jurídico, para sentarse a negociar en los términos que impongan los demandantes, caso concreto, la APPO.

No sería raro, entonces, que el diputado federal priísta se vea forzado a plantear la justa y legítima demanda de sus representados por medio de un emplazamiento a huelga y de ser necesario, estallar la huelga al mismo tiempo que explota el caso Oaxaca y se empata con el problema post electoral de Tabasco anunciado por el perredista Andrés Manuel López.

Si a mayor ilegalidad y violencia de los elbistas oaxaqueños, con secuestro de la ciudad, despojo de radiodifusoras, asesinato de disidentes, cobro de tributos a los ciudadanos, se encuentra mayor disposición de su eminencia Carlos Abascal, secretario de Gobernación, a ceder a las peticiones, es claro entonces que la FSTSE debe endurecer su posición.

La estrategia debe contemplar tanto las acciones, como llegar a un paro nacional para que se reconozca que la “estabilidad política y social” pregonada por el señor Fox es gracias a la labor cotidiana de los burócratas que mantienen en movimiento a las instituciones, como en el aumento de las exigencias, como que el bono sexenal fuese equivalente a un mes de salario del residente de Los Pinos.

Dinero lo hay: Excedentes de ingresos petroleros; gasto no ejercido en supuestos ahorros: los recursos retenidos a los gobernadores. O si se quiere, los dineros de la filantropía que se apropió la portadora de las faldas que tanto enorgullecen al señor Fox, o el rescate de los bienes del Fobaproba enajenados por los hijastros del presidente. Hay tanto de donde cortar.

Sin embargo, la avaricia foxista en su profunda insensibilidad que abre otro frente político, hace recordar a un ex gobernador de Nuevo León que al entregar el mando, preguntó a su tesorero: ¿Cuánto hay en las arcas? Y a la respuesta de que eran varios millones, dijo: ¡Tráigaselos porque los que viene son muy rateros y no se los vayan a robar”.

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