¿Bondadoso?

Por Mario Luis ALTUZAR SUAREZ

 “A mis enemigos justicia, a mis amigos justicia y gracia”, es la frase atribuida a Benito Juárez, que hoy, pese a haberle exiliado de Los Pinos, el señor Vicente Fox aplicará al recibir el dictamen legislativo sobre los indicios de corrupción y tráfico de influencias de sus hijastros y su esposa.

Con base en las declaraciones del diputado perredista Pablo Gómez, el informe impugnado por el encausado jurídicamente por despojo, el panista Federico Doring, carece de elementos jurídicos que le exijan al señor Vicente Fox ordenar la correspondiente investigación judicial o por lo menos, de la contraloría federal y solo queda su probidad.

Con base en el diccionario de uso corriente, probidad tiene como sinónimos “bondad, moralidad, honradez” que es difícil esperar de un hombre caracterizado por el doble discurso de apelar a la ley y violentar sistemáticamente la Constitución, de beneficiarse del FOBAPROA y responsabilizar a gobiernos anteriores.

Un ex gerente de una embotelladora transnacional que olvidó sus obligaciones como gobernador y a escasas horas convocó a sus compañeros y subalternos en la corporación para crear una agrupación que buscara el financiamiento de la precampaña presidencial con mecanismos, se dijo en ese tiempo, equiparables a los usados por el crimen organizado.

De los tres sinónimos de “probidad” quedaría solamente uno, “bondad”, en la interpretación del informe de la Cámara de Diputados, en la aberrante adjudicación de ser juez y parte en un asunto familiar, que exigiría fuese “bondadoso” con los hijos de la poseedora de las faldas que tanto orgullo le causa al grado de ponerla como ejemplo de su gestión grisácea.

Sería un milagro pensar que así como el médico se exime de auscultar a un familiar para no equivocar el diagnóstico o un policía, ministerio público o juez se sustrae de casos que involucren a familiares cercanos por conflicto de intereses, el señor Fox hicese lo mismo y en cambio se espera que decrete la inocencia de sus hijastros y esposa.

Empero, el dictamen que según los panistas está orientado por “el odio y el rencor”, contiene documentos oficiales que supondrían la corrupción y tráfico de influencias en cuando menos ocho empresas constituidas en el foxiato por los hijos de su serenísima Marta Sahagún Jiménez, quien también aparece como socio en cuando menos una de ellas.

Los millonarios contratos que representaron utilidades suficientes para adquirir inmuebles en el extranjero, parecen no tener fin, si se observa que las investigaciones de los legisladores se centraron únicamente en PEMEX y el INFONAVIT y que los tentáculos de los parientes del señor Fox abarcan toda la actividad productiva.

Se encuentra el saqueo en la Fundación Vamos México que obtuvo donativos por 30 millones de dólares del zar cibernético Bill Gates o triangulaciones de la Lotería Nacional sin que se conozcan las aportaciones totales de los capitanes de empresa nacionales, como en la adquisición de un buque petrolero detectado en el mercado negro de Rótterdam.

Visto así, el decreto presidencial que garantice la exoneración servirá únicamente para exacerbar a la opinión pública que ya muestra su rechazo al candidato presidencial panista, Felipe Calderón Hinojosa, incapaz de reunir a 30 militantes en el bastión de Boca del Río, y que al evitarse que se realice una investigación y juicio, no es cosa juzgada.

Es decir, que la próxima administración federal, priísta o perredista, podría iniciar una verdadera y profunda investigación que retome la máxima juarista: “A mis enemigos justicia, a mis enemigos justicia y gracia”, en donde el tricolor mexiquense Emilio Chauyffet Chemor y el sol aztequista Pablo Gómez, tendrán una importante responsabilidad histórica para el país y estratégica para sus partidos y sus posibilidades de llegar a la Presidencia.

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