Escenarios

Por Mario Luis ALTUZAR SUAREZ

Ofrece un balance del foxiato Lino Korrodi: Incapacidad para resolver problemas así como defender a sus amigos. Si el desencanto es real en el cerebro de la ingeniería financiera que hizo posible que las transnacionales tuviesen su primer presidente en el mundo, en el proceso electoral presidencial ¿cómo está la sociedad lastimada por el saqueo de la nación?

Hay indicios. El alto clero político sin vigilancia en su intromisión en las campañas, según la Secretaría de Gobernación a cargo del confesional Carlos Abascal Carranza, “por insuficiencia de recursos”, trabaja para hacer el milagro anunciado por los Barones del Dinero, de que el panista michoacano Felipe Calderón remontará el segundo lugar.

Así lo estimó la división de Estudios Económicos y Sociopolíticos de México del Citi Banck que compró Banamex a Roberto Hernández, exento del pago de impuestos y condiscípulo del señor Vicente Fox, en un estudio que entregó el 23 de enero a sus inversionistas, acabada la tregua navideña del IFE y con base en las 4 primeras encuestas.

Una visión que contrasta con el poder de convocatoria panista. El viernes apenas reunió una docena de vehículos y 30 militantes en Boca del Río, Veracruz, considerado su principal bastión. En San Luis Potosí se acudió al acarreo de pepenadotes y en Aguascalientes apenas reunió a 2,500 personas con reclamos fuertes al fracaso del foxiato.

Podrían atribuirse las concentraciones de 7,800 militantes del PRI-PVEM en Monterrey o los 4 mil del PRD-Convergencia-PT en Oaxaca a la infraestructura partidista. Empero, es innegable el desencanto social reflejado el 20 de enero por el Amigo Mayor, Lino Korrodi, en el aeropuerto de la Ciudad de México: “La relación con el Ejecutivo está muy dañada”.

Visto así, el “Efecto Fox” que por medio del dinero hizo posible que el próspero socio de 9 transnacionales y desagradecido con su benefactor, Ernesto Zedillo decretara con el 5% de casillas computadas el “triunfo irreversible” del panismo que hoy enfrenta el “Defecto Fox” en su intención de preservar el poder, pese al intervencionismo clerical y del gran capital.

Un escenario en el arranque de las campañas electorales que al aumentar de intensidad podrían mostrar la figura real del candidato panista de 44 años de edad, que al frente de la Coordinación panista en la Cámara de Diputados protegió el mayor saqueo al país al impedir el conocimiento público de la auditoria canadiense McKensey al Fobaproa.

Se antoja imposible que su coordinadora de campaña, María Elena Vázquez Mota, logre activar los resortes que hizo en el manejo de los programas sociales, no tanto por la insuficiencia e improvisación, sino por el recuerdo del millonario auto crédito que se dio Calderón Hinojosa apenas había tomado posesión como director general de Banobras.

Elementos personales del candidato panista que se intentarán matizar en relación directa al abanderado priísta por la amiga chiapaneca de su serenísima Martita, Elba Esther Gordillo Morales, en “la otra campaña” que realiza todavía como militante tricolor, en forma paralela a su alfil Roberto Campa Cifrián en su partido Nuevo Alianza.

La confianza de Campa Cifrián, más que en la fallida federación elbista con su escasa membresía en donde el sindicato magisterial podría asegurar menos de 300 mil votos, se sustenta en su estrecha relación con Jorge Gaviño Ambriz, importante funcionario del ISSSTE y que maneja la ilusión de su control en la Gran Logia Valle de México después del cisma violento que encabezó en 1998.

El voto masón muestra su inclinación hacia dos candidatos, Roberto Madrazo y Andrés Manuel López, el foxiato encuentra dificultades para que Patricia Mercado como candidata del dividido Partido Alternativa Socialdemócrata y Campesina con apoyo de funcionarios del Seguro Social, muestre consistencia en mermar a futuro inmediato la imagen del abanderado perredista, pese al esfuerzo del Sub Marcos y su financiamiento clerical.

Lo único que lograrían esos dos partidos pequeños, sería entonces, garantizar el abstencionismo que históricamente ha beneficiado al partido en el poder, en este caso el sistema de los empleados de las transnacionales, y que representa un desafío a los dos contendientes para demostrar que no se elegirá al menos peor.

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